NUESTROS MUERTOS
Un grupo de escolares bizantinos alrededor del 800 d.C, liderados por Juan de Caesarea decían que lo primero que uno perdía con la muerte, era el rostro. Esa identidad de gestos y pertenencia se borraba, nos liberaba de cargarlo y nos asemejaba a todos los otros hombres. 'Caminan sin rostro, pueden ver y oler pero no hay signos de la vida vivida, ni más o menos belleza, ni las marcas de la pobreza y la riqueza, ni de la familia, ni las señas de un pueblo u otro. Son almas que liberadas del rostro, se funden con lo que las rodea y caminan en paz, semejantes, traslúcidas'.
Una caminata en silencio por un cementerio, donde la idea de herencia y ancestros es revisada colectivamente.
FICHA TÉCNICA
Guías y textos- Juan Laxagueborde y Agustina Muñoz
Curadora: Martina Juncadella
Esta performance se hizo en el marco del ciclo de Triple XXX (Marina Daiez, María Luz Lobo, Martina Juncadella, Guido Poloni y Federico Cantini) en el Centro Cultural Recoleta in 2017.